CALIFORNIA – Un ex empleado de Cuesta College ha presentado una demanda contra la institución educativa y varios de sus trabajadores, acusándolos de represalias y causarle angustia emocional.
Andrew Kranes, quien desempeñó labores como trabajador de mantenimiento general en Cuesta College durante cinco años, levantó quejas ante la Oficina del Fiscal del Condado de San Luis Obispo en noviembre de 2021. En dichas quejas, Kranes denunció a sus colegas por presuntamente utilizar suministros universitarios para beneficio personal.
Entre las acusaciones se incluía el uso de gasolina de Cuesta para abastecer vehículos de trabajo y el empleo de herramientas de taller universitario para la reparación de vehículos personales. Kranes afirma haber sido objeto de represalias tras presentar dichas quejas.
En marzo de 2022, recibió una revisión de desempeño insatisfactoria, la única durante su tiempo en Cuesta, según alega en la demanda.
La demanda por represalias y angustia emocional detalla un incidente ocurrido el 11 de mayo de 2022, donde la esposa de Kranes, Harmony, y sus dos hijos pequeños se vieron involucrados en un altercado en un estacionamiento de Cuesta. Según la versión de los demandantes, Harmony habría tenido un intercambio con uno de los empleados mencionados en las quejas previas, lo que desencadenó una serie de represalias y hostigamiento hacia la familia.
El documento legal también describe un prolongado período de hostilidad hacia la familia Kranes por parte de los acusados. Este comportamiento incluyó encuentros intimidantes, seguimientos, gestos amenazantes, así como la toma de fotografías y videos sin consentimiento.
Este ambiente hostil generó un profundo malestar en Harmony y sus hijos, provocando que desarrollaran miedo y ansiedad. La situación llegó a su punto máximo el 15 de julio de 2022, cuando Harmony y sus hijos fueron presuntamente seguidos por uno de los empleados hasta la piscina de Cuesta College, lo que desencadenó un episodio de pánico en Harmony.
La angustia emocional experimentada por la familia Kranes tuvo serias repercusiones en su vida cotidiana. Harmony desarrolló agorafobia e insomnio relacionado con la ansiedad, lo que le impidió participar en la vida escolar de sus hijos debido a ataques de pánico y ansiedad social severa.
El hijo de Harmony desarrolló una fobia a los baños públicos, lo que le llevó a retener la orina durante largos períodos y eventualmente desarrollar una infección del tracto urinario que requirió atención médica.
Actualmente, las partes involucradas están programadas para una conferencia de gestión de casos el 15 de abril de 2024, donde se espera que se discutan los siguientes pasos legales en relación con la demanda presentada por Andrew Kranes y su familia contra Cuesta College y varios de sus empleados.
