CALIFORNIA – Un ex empleado de los Parques Estatales de California está buscando aproximadamente $4 millones en una demanda por discriminación. Esta demanda alega que la agencia discriminó en su contra por su herencia mexicana, le impidió avanzar en la jerarquía y no hizo ajustes razonables para su discapacidad, describiendo el caso como una llamada de atención sobre el racismo arraigado entre algunos altos mandos.
Angel Alba, quien anteriormente trabajó como supervisor de mantenimiento en varios parques estatales en Malibú, presentó la demanda en 2018 en el Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles contra la agencia y su ex jefa, Lynette Brody, luego de enfrentar problemas laborales durante más de una década, según documentos judiciales.
Los argumentos finales para el juicio, que duró aproximadamente cuatro semanas, concluyeron el lunes 15 de abril del 2024. Se espera que el jurado comience las deliberaciones.
Alba, de 48 años, compartió su experiencia, describiendo un entorno desmoralizador marcado por la discriminación. Señaló que existe un grupo de individuos en el departamento que perpetúan esta cultura de discriminación, a pesar de que el área de Los Ángeles es una de las zonas más diversas del estado.
Entre las acusaciones, Alba afirmó que su ex jefa, Lynette Brody, lo llamó “mexicano arrogante“, entre otros comentarios despectivos. Sin embargo, Brody minimizó las afirmaciones durante el juicio, calificándolas de exageradas y remarcando su jubilación hace casi 8 años.
La disputa entre Alba y la agencia se remonta alrededor de 2007, cuando Alba presentó una queja alegando discriminación racial, represalias y acoso sexual a su esposa. A pesar de una investigación que corroboró la mayoría de sus afirmaciones, el trato hostil persistió, según los documentos judiciales.
Alba también alega que se le negaron ascensos a pesar de estar calificado y que su discapacidad no fue acomodada adecuadamente. Argumenta que sufrió lesiones de espalda desde 2006 y desarrolló ansiedad grave en 2021, situación que no fue abordada de manera adecuada por la agencia.
Durante los argumentos finales, Michelle Logan-Stern del Departamento de Justicia de California, en defensa de los Parques Estatales y Brody, presentó una contra-narrativa. Sostuvo que Alba no cumplió adecuadamente en el trabajo e intentó socavar a sus superiores.
Logan-Stern instó al jurado a considerar si las acciones de los gerentes estaban motivadas por la discapacidad, la raza o la conducta de Alba.
El conflicto laboral tuvo un impacto significativo en la vida de Alba y su familia. Además del estrés laboral, Alba experimentó consecuencias personales, incluido un ataque de ansiedad severa que lo llevó al hospital.
El abogado de Alba, Michael Anderson, solicitó al jurado que otorgara compensación por los años de presunta discriminación, acoso y represalias, así como por los ingresos perdidos y los períodos de licencia médica no cubiertos.
Aunque Alba dejó su empleo en los Parques Estatales hace aproximadamente tres años, su búsqueda de justicia continúa en el tribunal. Su caso no solo busca una compensación financiera, sino también destacar y abordar el racismo arraigado en algunos sectores laborales.