LOS ÁNGELES, California – Tras una pausa, Kaiser Permanente y el sindicato que representa a su personal de atención médica regresaron a la mesa de negociaciones este jueves, luego de una significativa huelga de 72 horas que involucró a 75,000 empleados, incluyendo enfermeras, técnicos médicos y personal de apoyo.
Las conversaciones tuvieron lugar en un hotel en la Bahía de San Francisco, con representantes de la empresa y el sindicato presentes. La secretaria de Trabajo de los Estados Unidos en función, Julie Su, actuó como mediadora en las conversaciones ocurridas en medio de disputas laborales y huelgas.
El problema principal gira alrededor de la solicitud del sindicato de incrementar salarios, así como soluciones estratégicas para abordar la constante escasez de personal y la alta rotación. Según los representantes del sindicato, estos desafíos han afectado la calidad de la atención al paciente en Kaiser, un destacado hospital sin fines de lucro y con grupos de atención gestionada.
La Coalición de Sindicatos de Kaiser Permanente advirtió a principios de esta semana sobre la posibilidad de una “huelga de seguimiento” de siete días a partir del 1 de noviembre, a menos que ambas partes lleguen a un acuerdo. Una huelga anterior vio a más de 75,000 empleados de Kaiser protestando en numerosas ubicaciones como California, Oregón, Washington, Colorado, Virginia y el Distrito de Columbia, convirtiéndola en la huelga más grande del sector de salud hasta la fecha.
Durante la huelga, Kaiser mantuvo hospitales y unidades de emergencia operativos, apoyándose en médicos, personal gerencial y “trabajadores de contingencia”. La empresa reconoció la crisis de personal prevaleciente en el sector de salud, resultado del “agotamiento” provocado por la pandemia de COVID-19 que llevó a que más de 5 millones de profesionales de la salud renunciaran a sus empleos.
No obstante, Kaiser afirma que sus ofertas salariales superan a las de sus competidores en todas las regiones donde opera.
Una preocupación importante planteada por los sindicatos es la tendencia de Kaiser a externalizar responsabilidades de atención médica a proveedores y subcontratistas. Este problema, entre otros, ha mantenido en negociaciones a ambas partes durante más de medio año. El contrato anterior de los trabajadores venció el 30 de septiembre.
Los problemas continuos de Kaiser destacan las crecientes tensiones laborales no solo dentro del sector de la salud, sino también en todo el mercado de Estados Unidos. Factores como la disminución del poder adquisitivo debido a la inflación y las interrupciones provocadas por la pandemia han intensificado estos desafíos.
Cabe destacar que otro contrato de Kaiser que cubre a 3,000 empleados de atención médica en Seattle está a punto de vencer. Si no se renueva, esto posiblemente podría sumarse al número de trabajadores que participen en futuras huelgas.
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