In-N-Out Burger, una popular cadena de la costa oeste, está generando controversia con su nueva política sobre el uso de mascarillas que entrará en vigencia el 14 de agosto. Según memorandos filtrados, los empleados en Arizona, Colorado, Nevada, Texas y Utah tendrán prohibido el uso de mascarillas, con excepciones para aquellos que puedan presentar una nota médica. La compañía busca promover la “comunicación clara y efectiva” y mostrar las sonrisas de sus empleados. Los infractores podrían enfrentar medidas disciplinarias, incluido el despido.
Mientras tanto, en Oregón y California, la cadena solo permitirá el uso de mascarillas N95 proporcionadas por la tienda mientras trabajan, citando una mejora en la comunicación con los clientes y entre los empleados. Esta decisión se produce a pesar de las políticas de mascarillas y vacunación estrictas anteriores en California, donde se encuentra la empresa.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) consideran que las mascarillas son esenciales para prevenir la propagación del coronavirus, pero algunas personas las ven como una violación de sus derechos. In-N-Out Burger ha enfrentado críticas anteriormente por resistirse a las precauciones de la pandemia, ya que una ubicación en San Francisco fue cerrada temporalmente por permitir comer en el interior sin prueba de vacunación.
A medida que los CDC declararon el fin de la emergencia de salud pública, algunos argumentan que la nueva política de mascarillas pone en peligro a personas vulnerables y con sistemas inmunitarios comprometidos. El llamado “Covid prolongado” sigue afectando a muchas personas, lo que hace que las precauciones sean esenciales para algunos.
En respuesta al problema de mascarillas en In-N-Out, una petición en Change.org ha obtenido más de 1,500 firmas, acusando a las pautas de In-N-Out de poner en peligro la vida de los empleados y discriminar a personas con discapacidades e inmunodeficiencias.
En su memorando de política, In-N-Out Burger afirma que las pautas sobre mascarillas tienen como objetivo priorizar el servicio al cliente teniendo en cuenta la salud y seguridad. La compañía planea revisar y ajustar las reglas en función de las pautas y regulaciones locales vigentes.
Si bien los empleadores tienen el derecho de establecer pautas de salud, muchos consideran que In-N-Out ha ido demasiado lejos en su política y está violando los derechos de los empleados. No solo la compañía está ignorando pruebas médicas, sino que también está poniendo en riesgo a los empleados de contraer Covid-19. También preocupa que las personas vulnerables no estén siendo adecuadamente protegidas contra la discriminación como resultado de esta política.
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