CALIFORNIA – La industria de la comida rápida en California continúa siendo un campo de batalla en términos de salarios y condiciones laborales.
A tan solo cuatro meses del incremento del salario mínimo de $16 a $20 por hora para los trabajadores de este sector, el sindicato que representa a miles de empleados ya está exigiendo un nuevo aumento salarial.
El Sindicato de Trabajadores de Comida Rápida de California, afiliado al Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU), presentó sus nuevas demandas durante la primera reunión del Consejo de Comida Rápida del estado, celebrada recientemente. Este consejo, compuesto por representantes gubernamentales, de la industria y de los trabajadores, tiene como misión establecer estándares laborales para la industria, incluyendo el salario mínimo.
En un comunicado, el SEIU solicitó que el salario mínimo se eleve a $20.70 por hora a partir del 1 de enero de 2025, argumentando que esta medida es necesaria para mantenerse al día con el creciente costo de vida en el estado.
El sindicato no solo pide un aumento salarial. Entre sus demandas también se encuentran la implementación de horarios más estables para los trabajadores, el pago retroactivo de salarios adeudados y una investigación exhaustiva sobre los “abusos generalizados” que, según ellos, son frecuentes en la industria de la comida rápida. Estos abusos incluyen el robo de salarios, el acoso, la discriminación y condiciones laborales inseguras.
Es importante destacar que los precios en las cadenas de comida rápida han experimentado un aumento significativo, alcanzando su nivel más alto en una década, lo que ha generado preocupación tanto entre los trabajadores como entre los consumidores.
El impacto del aumento salarial impuesto por la Asamblea Legislativa 1228 sigue siendo un tema de intenso debate. Mientras que algunos grupos comerciales y analistas políticos aseguran que esta medida ha llevado a la pérdida de empleos y al cierre de restaurantes, el SEIU y la oficina del gobernador Gavin Newsom presentan datos que demuestran lo contrario.
El aumento del salario mínimo también ha tenido repercusiones en la forma en que operan los restaurantes de comida rápida. La mayoría de las grandes cadenas han aumentado los precios de sus menús, en algunos casos en porcentajes de un solo dígito.
Además, los franquiciados han tenido que reducir las horas de sus empleados o programar menos turnos para poder absorber el costo adicional.
Aún no se sabe si el Consejo de Comida Rápida aprobará la propuesta del SEIU para otro aumento salarial. La próxima reunión del consejo está programada para septiembre, y se espera que este tema continúe siendo un punto de debate clave en la agenda.
La lucha por condiciones laborales justas y salarios dignos en la industria de la comida rápida en California sigue siendo un tema crucial, con implicaciones que podrían afectar a miles de trabajadores y a la economía del estado en general.
