Antiguos valets que trabajaron en el club secreto y de élite Bohemian Grove en California, han presentado una demanda alegando prácticas laborales injustas. Los trabajadores afirman haber sido sometidos a jornadas laborales de 16 horas sin descansos y no se les pagaron horas extras ni salarios mínimos.
La demanda acusa al club de numerosas violaciones a las leyes laborales, incluyendo la falsificación de registros de nómina e instruir a los empleados a trabajar sin registrar horas. Los valets declaran que solo se les pagaba por ocho horas de trabajo a pesar de trabajar largas horas durante el campamento de verano del club. La demanda busca obtener el estatus de demanda colectiva y hasta 1.5 millones de dólares en daños para aproximadamente 300 empleados afectados.
La demanda por robo de salarios en Bohemian Grove también destaca los estilos de vida extravagantes de los miembros del club, lo cual contrasta fuertemente con las precarias condiciones laborales que experimentaron los trabajadores. Los valets afirman que se esperaba que realizaran tareas más allá de sus responsabilidades laborales, como lavar a mano la ropa interior de un miembro multimillonario. A pesar de las promesas de mejorar las condiciones laborales, la situación al parecer empeoró con el tiempo. La demanda también acusa a Bill Dawson, el tesorero de Bohemian Grove, de instruir personalmente a los valets a falsificar registros y trabajar sin registrar horas.
El aislamiento del campamento y el ambiente exigente se dice que han exacerbado las precarias condiciones laborales que experimentaron los empleados. La demanda revela que el club ha tenido dificultades para contratar personal en los últimos años debido a su incapacidad para adaptarse a las prácticas laborales modernas y ofrecer mejores salarios. Los demandantes argumentan que el secreto del club, la falta de acceso a internet y servicio celular, y la presión para satisfacer las demandas de los miembros adinerados han contribuido al desafiante entorno de trabajo.
El club ya enfrentó acusaciones similares y pagó 7 millones de dólares en un acuerdo en 2016. Sin embargo, el club niega las acusaciones en la demanda actual, argumentando que los trabajadores no eran empleados directos del club. Los demandantes sostienen que el club debería ser considerado responsable, ya que los campamentos forman parte de una empresa conjunta bajo el diseño del club.
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